Celebrar 50 años de vida consagrada es un motivo muy especial, para dar gracias a Dios por el Don de la llamada que M. Edith Gutiérrez recibió y respondió con alegría y entrega generosa. Hace 50 años Dios la miró con amor, quiso contar con ella para continuar su obra y la invitó a una misión especial. Muchas bendiciones...
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