Celebramos el amor sencillo que hace posible tantos milagros y las
horas de entrega, para la eternidad, que se tejieron en silencio mientras todo
dormía... Celebramos el servicio incansable que hoy es ofrenda, agradable a
Dios, en el altar de la historia... Celebramos el gozo de decir cada noche:
"todo está cumplido" y volver a amanecer dispuestas a comenzar de
nuevo... Celebramos el carisma de Nazaret proclamado en lo cotidiano, con el
que dibujaron, horizontes de esperanza y certezas eternas... Celebramos el
Misterio de Dios, hecho presencia en la Eucaristía, acontecimiento
de familia, memoria de salvación y Alianza que se renueva en lo secreto y
en la plenitud del día... Celebramos que Jesucristo sigue llamando a los
jóvenes a seguirle más de cerca y mantiene inquebrantable, la vocación de María
Alejandra y los 50 años de vida consagrada de nuestras hermanas: Encarnación,
Hortensia, Belén, Isabel, María y Piedad. Celebramos que la fidelidad se teje
en la vida y el tiempo sigue con su interminable himno de gratitud, porque cada
una es un regalo que Dios puso en Nazaret, para custodiar la esencia de la
vida: en nuestras comunidades, en nuestro mundo, en las familias, en los niños
y en los jóvenes que tenemos confiados como Misioneras Hijas de la Sagrada
Familia de Nazaret. Gracias por acompañarnos y celebrar con nosotras esta
acción de gracias... (Misioneras Hijas de la Sagrada Familia de
Nazaret, 06/09/2014)
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