Movimiento Laical Nazaret

Movimiento Laical Nazaret
El XXI Capítulo General aprobó el documento: Movimiento Laical Nazaret. Un paso más para la consolidación de nuestro movimiento.

domingo, 28 de diciembre de 2014

!!! Solemnidad de la SAGRADA FAMILIA DE NAZARET !!!

Solemnidad de la Sagrada Familia de Nazaret
Celebración: Domingo después de Navidad
El domingo siguiente a la celebración de la Navidad, los Católicos celebramos la Fiesta de la sagrada Familia, la cual nos lleva a la interiorizar la santa vivencia de aquella familia en donde se desarrolló el Hijo de Dios.

Tenemos que saber que la Sagrada familia es el modelo de virtudes de todas las familias. Así Dios lo quiso, nacer en el seno de una familia, formada por José María y Jesús, en donde el Hijo de Dios fue acogido con gozo, donde nació pobre y humilde, donde creció y se educó como hombre, obediente a Dios, a María y a José, en la cual se evocaban todas las mejores virtudes domésticas que deben reinar en el hogar de todas las familias del mundo.
Instauración de la Fiesta
La fiesta de la Sagrada Familia, es una fiesta de devoción. Se difundió entre el pueblo a partir del siglo XVII y varias congregaciones religiosas nacieron bajo esta advocación, en especial los Hijos de la Sagrada Familia en 1864 y la fundación  de las Misioneras Hijas de la Sagrada Familia de Nazaret en 1874. El Papa León XIII hace referencia a Canadá en su carta "Nemimen Fugit de 1892.
El 26 de octubre de 1921 la Sagrada Congregación para la Liturgia amplió la Fiesta de la Sagrada Familia a la Iglesia Universal y, a partir de la revisión del calendario litúrgico de 1969, se trasladó del primero domingo después de Epifanía al domingo de la octava de navidad. Si la navidad cae en domingo la fiesta se celebra el 30 de Diciembre.
¿Qué podemos aprender de la Sagrada Familia?  
  1. José es un modelo de obediencia total. Obedece sin quejarse. No dice una palabra. Sabemos poco de él, pero su rápida obediencia es fundamental para que se cumpla el plan de Dios. Ante los problemas familiares, José no se divorcia ni abandona su familia ni pone  condiciones a su amor.
  2. Debemos parecernos a Jesús. Cuando nace un niño, inmediatamente buscamos  parecidos: "Tiene los ojos como los del padre". "Se parece a la madre". Estos parecidos son  genéticamente transmitidos de generación en generación. San Pablo nos invita en la 2ª Lectura de hoy (Col 3, 12-21) a parecernos a Cristo por ser de la familia de Dios. Debemos  reflejar la bondad y santidad de nuestro Padre Dios y de nuestro hermano Jesucristo. La gente que nos mira y observa debería decir: "Cómo se parecen a Jesús" Nos  debemos parecer, no por nuestros ojos ni por la nariz, sino por nuestra mente y nuestro  corazón, por nuestra manera de vivir y de amar, por nuestros valores. "Y por encima de todo  esto, el amor, que es el ceñidor de la unidad consumada", nos recomienda hoy San Pablo.
  3. A la familia se la define como "Escuela del amor", "Iglesia doméstica" y "Mini- iglesia". En la Iglesia celebramos los sacramentos pero en la familia celebramos los "sacramentales", esos pequeños ritos que nos recuerdan a Dios y lo hacen presente en  nuestras actividades: rezar al comer, al ir a dormir, tener imágenes religiosas.
  4. La familia es el lugar providencial donde somos formados como humanos y como  cristianos. Nuestra familia es donde crecemos en sabiduría, en edad y en gracia delante de  Dios y de los hombres.
¿A qué nos invita esta fiesta?
La Fiesta de la Sagrada Familia nos invita a acoger, vivir y proclamar la verdad y la belleza de la familia, según el plan de Dios. La familia es una comunión íntima de vida y amor, fundada en el matrimonio entre un hombre y una mujer, abierto al don de la vida humana, y al amor para siempre.
Todas las familias del mundo en que vivimos hoy, deben siempre acudir al amparo y protección de la Sagrada Familia, para así aprender a vivir el amor y el sacrificio, conscientes de que la gracia del sacramento del matrimonio fortalece a los esposos para sacrificarse el uno por el otro, y ambos por los hijos. (Tomado de: Píldoras de Fe)

sábado, 13 de diciembre de 2014

Paz, Paz, Paz.....


El AVE MARIA frase por frase

Explicación del AVE MARÍA, frase por frase. Hermosa reflexión del Padre Evaristo Sada, L.C.
El Padre Evaristo Sada, L.C, nos regala una hermosa y pedagógica reflexión sobre el Avemaría con la intención de que al pronunciar cada frase lo hagamos con sentido pleno.
                                                                          
       


                                                                                                                  
Después de haber respondido a la pregunta ¿Cómo rezar bien el Avemaría? vamos a comentar el avemaría con la intención de que al pronunciar cada frase lo hagamos con pleno sentido.
En el año 1525 se encuentra ya el Avemaría en los catecismos populares, pero la fórmula definitiva tal y como nosotros la rezamos la fijó Pío V en 1568, con ocasión de la reforma litúrgica.

• Dios te salve
Imagínate cómo es la mirada de Dios sobre la mujer que Él creó y eligió para que fuera su madre: una mirada llena de amor, de predilección, de gozo y complacencia. Hasta donde te sea posible, cuando comiences el Avemaría apropia la mirada de Jesús sobre su Madre y salúdala con las palabras del Arcángel Gabriel en la anunciación (Lc. 1,28). Desde lo más profundo de tu corazón dile: "alégrate María".
• María
Pronunciar el nombre de María te llena de amor y de confianza. María significa la amada del Señor, Señora, estrella del mar, la que orienta a los navegantes y los dirige a Cristo. San Alfonso María de Ligorio dice que es un "nombre cargado de divinas dulzuras" y Tomas de Kempis afirma que los demonios temen de tal manera a la Reina del cielo, que al oír su nombre, huyen de aquel que lo nombra como de fuego que los abrasara.
• Llena eres de gracia, el Señor es contigo
Porque Dios está con ella María está completamente impregnada de gracia, como una esponja bajo el agua. María está llena de la presencia de Dios y Dios es la fuente de la gracia. El poder del Altísimo la cubrió con su sombra (Lc 1,35), es decir, Dios descendió para habitar en ella.
María es "la morada de Dios entre los hombres" (Ap 21,3) Dios se da por completo a María, la colma de belleza, y ella, que desborda Gracia divina, la entrega a la humanidad.
• Bendita tú entre las mujeres
Isabel fue la primera en decirle a María: "Tú eres bendita entre todas las mujeres" (Lc 1,42) Es bendita porque Dios la eligió con amor eterno, porque es la madre de Dios, porque es madre y virgen, porque es inmaculada, porque fue llevada en cuerpo y alma a la gloria celeste.
• Y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús (cfr. Lc 1,42)
María es la viña fecunda que nos entrega el mejor de los frutos, el alimento que sacia. El fruto de su vientre es fruto del amor de Dios, de la maravillosa y fecunda colaboración entre el Espíritu Santo y esa pobre jovencita de Nazareth. A mí me ayuda mucho contemplar el icono de la "Madre del signo" que nos muestra a Jesús en el vientre de María en forma de Eucaristía: "el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre" (Jn 6, 51).
• Santa María, Madre de Dios
Comenzamos la segunda parte del avemaría exaltando su santidad y el gran motivo de su dignidad. La portadora de Dios es santa. Ella creyó en la Palabra del Señor y se entregó como la esclava del Señor, y gracias a eso el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. Como madre alimentó a Jesús, lo protegió, lo educó. ¡Qué digna representante del género humano que le da a Dios todo el amor que su pequeñez es capaz de dar!
Nos duele escuchar: "Y los suyos no le recibieron" (Jn 1,11) pero María sí lo recibió y hoy nosotros, cultivando la vida de gracia, queremos recibirlo como lo hizo ella.
• Ruega por nosotros pecadores
Su maternidad espiritual se extiende a todas las generaciones, a todos los hermanos de Jesús, y ella ruega por nosotros, vela por nuestras necesidades. Como en las bodas de Caná va una y otra vez con Jesús y le dice: "No tienen vino", y obtiene abundantes bienes para sus hijos. Ella protege con particular predilección a los más pequeños, a los indefensos, a los enfermos, a los que tienen heridas morales, a los pecadores. Vemos lo espléndida que es en los Santuarios Marianos: Guadalupe, Lourdes, Fátima, El Pilar, Loreto, Luján, Aparecida, La Vang, Medjugorje...
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, me declaro pecador, necesito que desbordes sobre mí tu corazón misericordioso.
• Ahora
En el momento presente, en todo momento presente. Cuando todo va bien y cuando no, cuando estoy en gracia y cuando no, cuando me siento bien y cuando no, en la salud y en la enfermedad, en las alegrías y las tristezas, en la luz y en la oscuridad: siempre. El "ahora" abarca toda mi vida, porque el momento presente recoge el pasado, el presente y el futuro: todo lo pongo en tus manos. En el presente reparo por mi pasado, te ofrezco mi futuro, vivo según el Evangelio.
Decirle ruega ahora por mí, es decirle: te necesito siempre a mi lado María, siempre; no te separes de mí.
• Y en la hora de nuestra muerte
Así como estuviste junto a Jesús en la hora de su muerte (cf Jn 19, 27), así desde ahora te pido que cuando termine mi vida terrena estés conmigo. Si paso mis últimos días enfermo, quiero que como buena madre me acompañes de día y de noche. Al morir quiero tener un Rosario en la mano y sentir tu mejilla en mi frente, mientras me dices al oído: No tengas miedo, que no te aflija cosa alguna, ten confianza, ¿qué no estoy yo aquí que soy tu Madre?
Quiero que mis últimas palabras sean: "María, Jesús", y que habiéndolas pronunciado me cargues en tus brazos y me pongas en los brazos del Padre. Quiero que tú me lleves con Jesús, y que al despertar allá en el cielo tenga mi cabeza reclinada sobre Su pecho, y estar sintiendo tus caricias por toda la eternidad.
• Amén
Es una palabra aramea (la lengua de Jesús) que significa fuerza, solidez, fidelidad, seguridad. Se usa para afirmar y confirmar. Decir Amén es decir que sí, que así es, que estamos de acuerdo y afirmamos con fuerza y seguridad lo que creemos. Decir amén al final del avemaría es decirle: "Sí, Madre, yo sé que cada vez que te dirijo esta oración tú trabajas mi corazón, me estás formando, me vas modelando poco a poco, me vas ayudando a crecer en las virtudes de la humildad, la pobreza, la caridad, la pureza, la prudencia, la generosidad, la misericordia.... Sí, Madre, hazlo con toda libertad, te lo suplico: amén."

Autor: P. Evaristo Sada, L.C. | 

viernes, 12 de diciembre de 2014

Enseñanzas que nos brinda el Papa Francisco acerca de María

El Papa Francisco, en cada una de sus homilías acerca de nuestra Madre virginal, siempre nos asegura que María mira a todos y a cada uno de nosotros, como madre y con una gran ternura, misericordia y con amor, y siempre nos anima a sentir su mirada amable.

A continuación, las enseñanzas que nos brinda el Papa Francisco acerca de María:
  1. Un cristiano sin la Virgen está huérfano. También un cristiano sin Iglesia es un huérfano. Un cristiano necesita de estas dos mujeres, dos mujeres madres, dos mujeres vírgenes: La Iglesia y la Madre de Dios
  2. La Virgen hace precisamente esto con nosotros, nos ayuda a crecer humanamente y en la fe, a ser fuertes y a no ceder a la tentación de ser hombres y cristianos de una manera superficial, sino a vivir con responsabilidad, a tender cada vez más hacia lo alto.
  3. Es una mamá ayuda a los hijos a crecer y quiere que crezcan bien, por ello los educa a no ceder a la pereza (que también se deriva de un cierto bienestar) a no conformarse con una vida cómoda que se contenta sólo con tener algunas cosas.
  4. María nos da la salud, es nuestra salud.
  5. Es la mamá cuida a los hijos para que crezcan más y más, crezcan fuertes, capaces de asumir responsabilidades, de asumir compromisos en la vida, de tender hacia grandes ideales.
  6. María es madre y una madre se preocupa sobre todo por la salud de sus hijos…. La Virgen custodia nuestra salud. ¿Qué quiere decir esto? Pienso sobre todo en tres aspectos: nos ayuda a crecer, a afrontar la vida, a ser libres
  7. La Virgen María, por tanto educa a sus hijos en el realismo y en la fortaleza ante los obstáculos, que son inherentes a la vida misma y que ella misma padeció al participar de los sufrimientos de su Hijo
  8. Es una madre que lleva al hijo no siempre sobre el camino “seguro”, porque de esta manera no puede crecer. Pero tampoco solamente sobre el riesgo, porque es peligroso. Una madre sabe equilibrar estas cosas. Una vida sin retos no existe y un chico o una chica que no sepa afrontarlos poniéndose en juego ¡no tiene columna vertebral!
  9. María lucha con nosotros, sostiene a los cristianos en el combate contra las fuerzas del mal.
  10. María es la madre que con paciencia y ternura nos lleva a Dios, para que desate los nudos de nuestra alma.
  11. María es la buena mamá, una buena mamá no sólo acompaña a los niños en el crecimiento, sin evitar los problemas, los desafíos de la vida, una buena mamá ayuda también a tomar las decisiones definitivas con libertad.
  12. Toda la existencia de María es un himno a la vida, un himno de amor a la vida: ha generado a Jesús en la carne y ha acompañado el nacimiento de la Iglesia en el Calvario y en el Cenáculo. (Tomado de Píldoras de Fe)

jueves, 11 de diciembre de 2014

San Juan Diego

Juan Diego, a quien se le apareció la Virgen de Guadalupe, movido por una tierna y profunda devoción a la Madre de Dios, dejó a los suyos, la casa, los bienes y su tierra y, con el permiso del obispo, pasó a vivir en una pobre casa junto al templo de la «Señora del Cielo». Su preocupación era la limpieza de la capilla y la acogida de los peregrinos que visitaban el pequeño oratorio, hoy transformado en basílica, símbolo elocuente de la devoción mariana de los mexicanos a la Virgen de Guadalupe.
Juan Diego Cuauhtlatoatzin, laico fiel a la gracia divina, gozó de tan alta estima entre sus contemporáneos que estos acostumbraban decir a sus hijos: «Que Dios os haga como Juan Diego».
Cuauhtlatoatzin murió en 1548, con fama de santidad. Su memoria, siempre unida al hecho de la aparición de la Virgen de Guadalupe, atravesó los siglos, alcanzando la entera América, Europa y Asia.
El 6 de mayo de 1990, en la Basílica de Guadalupe (México), Juan Pablo II presidió la solemne beatificación de Cuauhtlatoatzin. En la homilía, el papa indicó cómo «las noticias que de él nos han llegado elogian sus virtudes cristianas: su fe simple [...], su confianza en Dios y en la Virgen; su caridad, su coherencia moral, su desprendimiento y su pobreza evangélica. Llevando una vida de eremita, aquí cerca de Tepeyac, fue ejemplo de humildad».
El miércoles 31 de julio de 2002, Juan Diego Cuauhtlatoatzin fue canonizado por el propio Juan Pablo II en una celebración realizada en la ciudad de México, durante uno de sus viajes apostólicos.

NOSOTROS, LAICOS DE NAZARET, DEBEMOS VIVIR LAS VERDADERAS VIRTUDES CRISTIANAS COMO JUAN DIEGO: FE SIMPLE, CONFIANZA EN DIOS Y EN LA VIRGEN, CARIDAD, DESPRENDIMIENTO, POBREZA EVANGÉLICA Y SOBRE TODO COHERENCIA ENTRE LO QUE SOMOS, DECIMOS Y ACTUAMOS.  ( Zulay Diaz)

Nuestra Señora de Guadalupe - Emperatriz de América


NICOLÁS DE BARI - 6 DE DICIEMBRE


FELIZ NAVIDAD


lunes, 8 de diciembre de 2014

8 de Diciembre INMACULADA CONCEPCIÓN

El 8 de diciembre de 1854 el Sumo Pontífice Pío Nono proclamó el dogma y fiesta de la Inmaculada Concepción. Dijo: «Declaramos que la doctrina que dice que María fue concebida sin pecado original es doctrina revelada por Dios y que a todos obliga a creerla como dogma de fe». Esto, tras dedicado estudio teológico de la materia y después de recibir numerosas peticiones de todos los obispos y fieles de todo el mundo para que así lo estableciese.